¿Cómo está afrontando esta segunda temporada de El Internado?
Con esta serie empezó mi vida en la interpretación. La temporada pasada, para mí era todo nuevo, pero en esta segunda ya estoy hecha al trabajo y a los compañeros. Me enfrento al reto mucho más relajada y segura de mí misma. Esta temporada viene cargada de emociones y de sentimientos. Hay lágrimas, lloros, risas, agonías y de todo. Esta siendo muy bonito rodarla y estoy segura de que va a gustar.
¿Ha cumplido sus expectativas el mundo de la interpretación?
Sí, la vida de una actriz es muy normal. Lo único que te diferencia de cualquier otra persona es el hecho de que te reconocen por la calle. Las actrices llevamos la misma vida que cualquier otra persona, la única diferencia es que nuestro trabajo es cara al público.
¿Le tiran los tejos con nuevos proyectos?
Ligar, ligo igual que siempre, ni mucho ni poco, ahí estoy. (Ríe) Profesionalmente, me gustaría hacer cine pero aún soy muy joven. Tengo sólo diecinueve años, bastante que estoy aquí.
¿No se le pasa por la cabeza lo de cantar?
Me encantaría hacer un musical pero no tengo voz. Nada de micrófono, a mí lo que me va es un foco y una claqueta. Pero no soy una cantante frustrada, lo que me gusta es la interpretación.
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